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¡Qué sería de nosotros sin los amigos!

La amistad es una de las mejores cosas que hay en la vida y tener un amigo es tener un tesoro.

 

 

 

Los amigos están para disfrutarlos; para ayudarnos mutuamente; para llorar sobre su hombro; para reír; para brindar y también, por supuesto, ¡para viajar con ellos!

Viajar con amigos es una experiencia recomendable y casi siempre gratificante que conviene practicar con asiduidad, pero también con tino porque no todas las amistades valen para viajar. 

Viajar con amigos tiene muchas cosas buenas: compañía, diversión, risas, pero es una aventura no exenta de riesgos.

Evidencias hay de amistades que han acabado hechas trizas tras sólo unos días de inesperada, pero complicada convivencia.

Para ahorrarnos esos dolorosos trances es importante tener claras unas cuantas cosillas. Para no alargarme más de la cuenta y porque ya trato esas cuestiones con todo detalle, os invito a echar un vistazo a “Cómo viajar con más gente sin malos rollos”.

Y después… ¡A pasarlo bien viajando, solos o en compañía! (“de la buena”, eh)