Cómo utilizar adecuadamente la información.

  

 

• ¿Cómo utilizar adecuadamente toda la información disponible?.  Interesante cuestión, porque a veces no resulta fácil separar el grano de la paja cuando el volumen de información disponible es muy elevado.

 

• Como nuestro objetivo es preparar “un plan de viaje” atractivo, que satisfaga las apetencias de los viajeros, es obvio que lo primero que nos interesará será tener  lo más claro posible qué ciudades, parajes naturales o atracciones destacan entre la oferta del país, región o zona a visitar que encajen con nuestros gustos y preferencias.

 

• En muchos casos ya sabremos de antemano qué nos gustaría ver o hacer -ir a Disney, visitar la Torre Eiffel, ver el British Museum, etc.-  pero no siempre va a ser así y, en cualquier caso, habremos de completar con otras actividades el tiempo de viaje.

 

• Nuestro “método” para distribuir el tiempo de viaje y plantear un primer proyecto de itinerario es el siguiente:

 

·        Leer, por encima, toda la información disponible, para hacernos “una idea de conjunto”, especialmente con la ayuda de las guías turísticas, que ofrecen una visión global y puntual a la vez, aunque cualquiera de los medios de información nos servirá igual.

 

·        Hacer una lista de lugares y actividades “prioritarias” y “secundarias” que queramos llevar a cabo durante el viaje. En esta fase anotaremos cualquier cosa que nos llame la atención y buscaremos toda la información que podamos sobre cada una de las anotaciones. Eso nos servirá para, después, seleccionar lo que realmente haremos.

 

·        Utilizar “la hoja de itinerario” y “repartir” en cada uno de los días disponibles -en función de la situación geográfica y con la ayuda de los mapas- los desplazamientos previstos, el plan de visitas y otras actividades “prioritarias”.

 

·        Al mismo tiempo preguntaremos a la familia y amigos –si vamos a viajar acompañados- sus gustos y apetencias, asegurándonos que el plan de viaje no despierta rechazos ni conflictos.

 

·        Comprobar que las visitas y actividades elegidas se ajustan bien al calendario disponible, teniendo también buen cuidado en ajustar horarios, duración de las visitas, días de apertura, domingos y festivos, etc. De lo contrario habría que seleccionar unas y dejar otras para mejor ocasión.

 

·        Una vez “cuadrado” el primer proyecto de itinerario, conviene seguir profundizando en la lectura de la información disponible a fin de “descubrir” otros posibles puntos de interés y si surgen nuevas propuestas de visita o actividades, -que generalmente surgen- entonces hay que “insertarlas” en el plan de viaje trazado, haciendo los ajustes pertinentes.

 

·        Y así sucesivamente hasta dejar el “itinerario o plan de viaje” a punto de caramelo.