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Eligiendo camping:

Grandes ciudades, aparcamiento y transporte público.

 

  • Una de las “búsquedas” de camping que más tiempo suele ocuparnos son los de las grandes ciudades, entre las que destacan, lógicamente, las capitales europeas.

 

  • Cuando de visitar una gran ciudad se trata, lo primero que miramos al buscar el camping más próximo es que disponga de transporte público fácilmente accesible, excepto si se trata de autobús, que por frecuencia de paso y por localización de paradas siempre suelen ser más incómodos que el metro o el tren, por ejemplo, y nos gustan menos.

El "precioso" camping de Zurich-Seebucht

 

  • A priori ese es el criterio más importante cuando de visitar grandes ciudades se trata. No obstante cuando finalmente vemos que no nos cabe otra que tener que llevar el coche al centro, entonces procuramos evitar los “camping urbanos” –generalmente más ruidosos, más abarrotados y más caros- y buscar uno por los alrededores que ofrezca un ambiente más relajado y agradable.

 

  • La “técnica de búsqueda” que empleamos en esos casos es la siguiente: una vez localizado el “camping candidato” intentamos localizar en el mapa las paradas de metro o tren –a veces también vienen indicadas las de bus-, usando principalmente la página web del transporte público de la ciudad en cuestión, combinada con la web de “vía michelin”, www.viamichelin.es  y la aplicación “google maps”. Más el gps, por supuesto.

 

  • El quid de la cuestión radica en “descubrir” lo cerca que esté del camping la parada del medio de transporte que nos interese y, a partir de ese dato, valorar si nos apetece más usar el transporte público o, por el contrario, ir al centro en coche. Por supuesto es necesario comparar también los costes en uno u otro caso: parking, tarjetas o billetes ahorro, horarios, etc.;

 

  • Salvo que el acceso en transporte público sea fácil y cómodo, la mayoría de la veces solemos optar por el vehículo propio. Más si cabe cuando gracias al GPS llegar al centro de las grandes ciudadades, atascos aparte, se ha hecho muy  fácil. En fin, que hay que pensarlo bien y buscar toda la información posible porque hay factores como atascos, facilidad de aparcamiento, coste del mismo, número de viajeros (si el coche va lleno, igual compensa pasar del transporte público), posibilidad de que los niños viajen gratis, etc. que influirán decisivamente en la opción a elegir. Además viajando con la perrita, no siempre estará autorizada a usar el transporte público, lo que hay que tener en cuenta. Leer más sobre el tema en “Viajar con animales”.

 

  • Los parking “disuasorios” o P+R. Una interesante opción disponible en algunas ciudades son los P+R, grandes aparcamientos disuasorios situados en los suburbios de algunas ciudades, junto a una parada de transporte público. En muchos casos el coste del estacionamiento es muy barato o incluso gratuito, en otros, no tanto. El mejor P+R que conocemos es el de Estrasburgo (Francia), donde por menos de 3 € al día todos los ocupantes del vehículo disponen de un billete de ida y vuelta en tranvía al centro de la ciudad. ¡Sistema fantástico donde los haya!.

 

  • En Oxford, Cambridge, o Chester, en Inglaterra, donde este sistema de parking está muy extendido, usarlo hace la visita más cómoda y menos gravosa, aunque sigue siga siendo un poco cara.  ver viaje a inglaterra y gales ‘03.

 

  • Otra ciudad con un estupendo sistema de P+R es la maravillosa Brujas, en Bélgica. En el parking de la estación central de ferrocarril, en el lado sur del anillo periférico de la ciudad, es posible aparcar el coche todo el día por una pequeña cantidad de dinero, 2,5 € en 2008. El ticket de parking incluye billetes de bus, de ida y vuelta al centro histórico, para todos sus ocupantes. Un sistema muy parecido al de Estrasburgo. Se obtiene en las taquillas del autobus, justo enfrente de la entrada a la estación de tren. De todas maneras, quien prefiera ir al centro dando un paseo, éste no queda a más de quince minutos andando…;

 

  • A modo de “aviso a navegantes”, ahí van algunas de nuestras experiencias personales tras la visita a muchas de las capitales europeas y otras “grandes ciudades”…

 

  • París. Hemos estado en París por última vez en semana santa 2009. El domingo por la tarde fuimos en coche, desde el Camping de Torcy (4 pasajeros) hasta Montmartre. Y nuestra idea era ir también en coche al centro el miércoles santo, aprovechando la buena experiencia que habíamos tenido el año anterior, en verano, donde aparcamos tranquilamente en el parking del ayuntamiento (Hôtel de Ville). Sin embargo, al ir hacia Disneyland y ver los atascos que había por la mañana dirección París, nos disuadieron por completo de intentar la opción coche particular.

 

  • Entonces optamos por coger el RER, el tren suburbano, en el mismo Torcy, intentando aparcar nuestro vehículo en el gigantesco parking gratuito aledaño a la estación. En vano, al ser un aparcamiento “disuasorio” para la gente que vive allí, a las nueve de la mañana no había un solo hueco libre. Después de dar vueltas y más vueltas por toda la localidad (tiene aparcamiento limitado a dos horas en la zona urbana) y no lograr aparcar... ¡acabamos marchándonos a Disney para coger allí el RER!.

 

  • Por si vais al camping de Torcy, que es una buena elección para visitar los parques de atracciones y la ciudad ya que está al lado mismo de la autopista A-104 o “Francilienne”, que es la circunvalación exterior de París, y no queréis pasar nuestros apuros, una opción interesante, a condición de no volver muy tarde de París, es dejar el coche en el centro comercial Carrefour, que está a unos 600-700 metros a pie de la estación. El aparcamiento cierra a las 21-21,30 h.; nuestro error fue no preguntar la hora de cierre, pues pensamos que echarían las barreras a eso de las ocho y era un poco pronto. Por eso nos fuimos, desesperados de dar vueltas, a Disney, lo que es tanto como matar moscas a cañonazos.

 

  • No obstante, el camping “Parc de la Colline” de Torcy, está a unos 3 km. de la estación y dispone de una furgoneta que acerca y recoge a los campistas a la estación, previo pago, por supuesto. Si eso compensa o no, que cada cual decida, pero el servicio ahí está. También vende las entradas a Disney y al Parc Astérix, al mismo precio que las taquillas del parque.

 

  • En 2000 nos alojamos en el camping de Champigny-Paris Est, y que conociendo ahora al de Torcy, no recomendamos. Es enrevesado de encontrar y para acceder a la estación del RER, en la localidad de Joinville, hay que coger un autobús en la puerta, pero como está un poco alejado de Champigny, hay que prestar mucha atención a los horarios del bus, ¡no sea que nos quedemos con un palmo de narices al volver y nos toque llamar a un taxi!. Fuimos pues en coche a la ciudad y aparcamos cerca de la estación de metro de Pic-Pus, bastante lejos del “centro”. Dejamos el coche en un parking a muy buen precio y desde allí nos movimos en metro el resto del día.

 

  • Otra opción a valorar, por proximidad al centro de París, es el camping de “Bois de Boulogne” y en el que la reserva previa es casi una necesidad. Nosotros no lo conocemos.

 

  • Londres. En la capital inglesa la cosa es aún peor si cabe. Los camping están muy alejados y el coste del transporte público londinense está literalmente por las nubes. Un billete de metro sencillo en la zona centro costaba en 2008 la friolera de 5 euros y pico…; menos mal que también disponen de pases de uno o varios días que gravan menos al bolsillo, aunque siga siendo un coste prohibitivo. Ir en coche aún es más problemático si cabe. Aparte de la dificultad añadida de circular por la izquierda en ciudades con mucho tráfico, desde hace un tiempo hay que pagar un altísimo peaje por entrar con coche all centro de la City, y eso sin pensar lo que nos puede costar el parking… ¡ si lo encontramos!.

 

  • La única vez que hemos estado en Londres yendo de camping fue en 1997 y nos desplazamos en tren de cercanías desde las proximidades de Windsor hasta la estación de Marylebone. En aquel entonces el billete familiar de un solo día ya nos costó, al cambio, ¡5.000 pelas!. Y si tenemos en cuenta que un único día no da para otra cosa que “ver” lo más esencial, pues lo llevamos claro. (Ver viaje a Inglaterra ‘97). Posteriormente hemos vuelto varias veces más a Londres, que nos encanta, pero siempre en avión y alojándonos en un hotel céntrico… ¡menuda diferencia, al menos en comodidad!. En fin, que hay que asumir que la visita a Londres, en caravaning o por otra vía, nos saldrá por un pico de los gordos, aunque actualmente gracias a la mejora en el cambio libra esterlina-euro, la visita a Gran Bretaña se ha hecho más asequible que antes. Y ya que el caravaning es el tema que nos interesa, probablemente la solución pase por emplear los P+R de la periferia…

 

  • Amsterdam. Aquí el panorama cambia por completo. Aunque en los alrededores de la capital holandesa hay varios camping, en 2007 nos alojamos en el “Gaasper Camping”, que tiene la parada de metro, directo al centro, a poquísima distancia de la puerta. El camping está muy bien y desde la autopista A9 el acceso es comodísimo. (Ver viaje a Berlín 2007). En la misma recepción del camping venden los billetes de transporte público para todo un día por poco más de 6 €. y, además, una muy buena característica de ese camping es que, si quisiéramos dejar el camping después del mediodía, sólo pagaremos 1,5 € “por hora excedida”. Tened en cuenta también que de 12 a 13 h. la recepción cierra. Así pues el “Gaasper” es una excelente opción para visitar la preciosa capital de los canales.

 

  • Madrid. Un par de veces hemos visitado la capital con caravana, la última en enero 2008, camino a las costas gaditanas. Solemos pernoctar en el camping “Arco Iris”, situado en la autovía M-501 entre Boadilla y Villaverde. El camping anuncia autobús en la puerta, pero nosotros siempre hemos preferido ir en nuestro coche, sobre todo porque hemos vuelto al camping a horas tardías. El acceso al centro es bastante cómodo y, como tal, lo recomendamos para la visita a la ciudad del Oso y el Madroño, siempre teniendo en cuenta las dificultades de aparcamiento, claro.

 

  • Lisboa. El camping de la capital portuguesa es el “Lisboa-Monsanto”. Lo hemos visitado recientemente, en marzo de 2008 y nos ha gustado mucho. Está situado a las afueras de la ciudad, en el parque forestal del “Monsanto” y su peculiaridad más interesante, creo que no me equivoco si digo que “única o casi” es que permite la acampada las 24 h. del día, lo que es algo fantástico si prevemos llegar a horas intempestivas. Tiene autobús en la puerta, pero nosotros volvimos a optar por el coche, aparcando en uno de los pocos parking que existen en el centro de la ciudad. A un paso tiene también una enorme zona comercial con un híper ·”Jumbo”, un IKEA, un Decathlon, etc.

 

  • Bruselas. Dos veces hemos estado en la capital belga con la caravana. En 1998 nos alojamos en el camping de Grinbergen, a las afueras de la ciudad  (Ver viaje a Bélgica 1998). y en 2005 durante la navidad, desde un camping próximo a Gante (Ver viaje a navidad Benelux ‘05). En ambas ocasiones hemos ido al centro en nuestro coche. Creo recordar que desde el camping de Grinbergen había bus al centro, pero ocurre como en el “Champigny-París Est”, que la frecuencia de paso es poca y estar “supeditado” a ciertos horarios puede ser bastante incómodo.

 

  • El problema de Bruselas es que sus principales puntos de interés se encuentran muy alejados unos de otros: el centro histórico y la zona del “Atomium” con sus museos y atracciones. Además la parada de metro más próxima al “Atomium” –de visita obligada- no está demasiado cerca, lo que tampoco ayuda a mejorar el panorama. Ir con el coche nos da la posibilidad de visitar primero la zona del Atomium, donde aparcar en la calle no es imposible, y después trasladarnos al casco histórico, aparcando en uno de los muchos parking públicos. En suma, tampoco hay facilidades especiales para la visita a Bruselas en transporte público desde los camping cercanos, que en realidad, tampoco lo son tanto.

 

  • Luxemburgo. Dos veces también hemos pasado un día en la capital del diminuto Principado. En ambas ocasiones nos desplazamos desde puntos muy lejanos, por lo que no podemos dar una opinión sobre las facilidades de acceso en bus, porque metro no hay. Lo que no quisiera dejar de apuntar es que, durante la visita, no dejéis de lado la visita panorámica en el trenecito turístico. ¡Os dará un paseo por las fortificaciones exteriores de la ciudad –hechas en su día por los españoles- que, de otra forma, igual no veréis!. Dispone de grabación en castellano.

 

  • Berlín. Al pretender visitar la capital alemana volvemos a las dificultades.  Berlín tiene varios camping en sus alrededores, pero todos ellos muy alejados del centro histórico y no muy cómodos para el uso del transporte público. Dada la complejidad del asunto berlinés y lo a fondo que comentamos el tema en nuestro relato del viaje a Berlín en 2007, lo mejor es que le echéis un vistazo y lo veréis más claro. (ver viaje a berlín 2007).

 

  • Zurich. La “capital oficiosa” de Suiza, por su envergadura urbana y económica, dispone de un camping a las afueras, a orillas del lago. Acampamos en el “Campingplatz Zürich-Seebucht” en la localidad de Wollishofen, que todo hay que decirlo, no nos gustó nada. Echad un vistazo también al relato del viaje a Suiza en 2005, donde explicamos con detalle todas las cuestiones pertinentes…; (ver viaje a suiza 2005).

 

  • Copenhague: Visitamos la capital danesa en 1999 y entonces nos alojamos en un curioso camping, el de “Charlottenlund”, a las afueras de la ciudad, ubicado en un antiguo “fuerte costero” que todavía conserva las fortificaciones y los grandes cañones. (ver viaje a dinamarca 1999). Tiene (o tenía) autobús en la puerta y está muy bien situado para las excursiones por los alrededores.

 

  • Oslo. La capital del “país fetiche” de los campistas europeos no es de las que enamoran, a excepción de sus estupendos museos, pero en cualquier caso merece una visita. Visita que, una vez abonado el peaje de entrada a la ciudad, se verá facilitada por lo bien señalizados que están todos sus camping. En 2000 acampamos en el “Ekeberg”, cuyas vistas sobre la ciudad y su fiordo todavía tienen enamorado a nuestro amigo Pepe. (Ver viaje a Fiordos 2000). Creo recordar que tiene parada de autobús en la puerta, pero que quede claro que para visitar “la isla de los museos” el coche es la opción más cómoda y cuando visitamos el centro de la ciudad, al ser cuatro, fuimos en el coche de Pepe, el cual aparcó en la calle al lado mismo del ayuntamiento.

 

  • Estocolmo. A la vuelta del Cabo Norte, en 2004, no dejamos de ver la bonita Estocolmo, ciudad que junto a Londres ostenta el dudoso honor de tener el transporte público más caro de toda Europa. Acampamos en el camping “Bredängs”, a 10 km. de la ciudad y con parada de metro a 700 metros. En nuestro relato del viaje al Cabo Norte contamos con pelos y señales las vicisitudes y coste del metro sueco. (Ver viaje a Cabo Norte 2004). No sé si lo volveríamos a coger de nuevo…

 

  • Helsinki. Menuda diferencia con sus vecinos. El metro de la capital finlandesa es tan eficaz y eficiente como el sueco, pero muchísimo más barato, 1 € el billete sencillo y 5 € el pase de un día. El metro está al lado del camping de la ciudad, el “Rastila”, por lo que la visita a la ciudad es comodísima. Muy recomendable. (ver viaje a cabo norte 2004).

 

  • Tallin. La preciosísima capital de Estonia, llamada “La Pequeña Praga” por su belleza, y a la cual se accede en un transbordador desde Helsinki, no puede dejar de visitarse. Un día bien aprovechado suele valer para quedarse con un excelente sabor de boca. Así pues, el camping de elección, desde Helsinki, es el de esa ciudad, el “Rastila”. (ver viaje a cabo norte 2004).

 

  • Praga. Hablemos ahora “de la hermana mayor de Tallín”, la maravillosa Praga. Muchos son los camping que rodean la ciudad, que también dispone de metro y de P+R, pero nuestra elección para la visita fue el “Caravan Camp”, camping situado en los arrabales de la ciudad y cuya mejor característica es la de tener la parada del tranvía nº 9 que nos dejará en una media hora en pleno centro de la ciudad. Los billetes se compran en el bar del camping. Una maravilla. (ver viaje a chequia y hungría 2006).

 

  • Budapest.  La elección del camping “Romaifürdo” resultó un auténtico fiasco, a pesar de tener el tren de cercanías en la misma puerta. En el relato del viaje contamos ampliamente las aventuras y desventuras, así que lo mejor es remitiros a lo allí contado. (Ver viaje a Chequia y Hungría 2006). Si ahora visitásemos de nuevo la capital húngara, creo que no elegiría ningún camping de los alrededores y optaría por alguno, aunque más lejano, tuviese tren a mano. Lo que no haría sería ir en coche, pudiéndolo evitar. ¡Los atascos para entrar y salir de Budapest son de los que hacen historia!. Y es que la capital carece todavía de una circunvalación que merezca tal nombre.

 

  • Viena. Dos veces hemos estado en la capital de los valses. La primera en 1995 y entonces nos alojamos en el camping “Schloss Laxenburg”, enclavado junto a un lago –en el cual se alquilaban patines de pedales- y junto al castillo que le da nombre. Se encuentra al sur de la ciudad y algo alejado de la misma, pero recuerdo que fuimos en autobús al centro. La segunda vez, camino de Budapest, acampamos en el “Aktiv Camping Neue Donau”. (Ver viaje a Chequia y Hungría 2006). Buen camping, pero típico de gran ciudad, o sea, parcelas diminutas, amontonamiento de gente, etc. Tiene parada de bus en la puerta, pero… mejor os remitimos al relato del viaje.

 

  • Florencia. Aunque la ciudad donde el Arte con mayúscula campa a sus anchas no es la capital de Italia, siendo como es un centro turístico de primerísimo orden, su visita es casi obligada y muchos campistas desean visitarla por eso mismo. Teniendo en cuenta que el aparcamiento y el tráfico caótico son en ambos casos tareas harto complicadas de llevar a cabo en la capital toscana, la idea de acampar en el camping “Michelangelo”, en la misma ciudad, es una idea estupenda. (ver viaje a la costa azul y la toscana 2005). Desde el mismo se dispone de una espléndida vista sobre la ciudad del Arno. Tiene bus al centro en la misma puerta y por 1 € el billete, que se compra en recepción, tendremos el asunto del transporte resuelto.

 

  • Por último, no quisiéramos terminar este repaso por las capitales europeas que conocemos sin mentar a Roma, la cual no hemos visitado con la caravana y como tal no podemos decir nada al respecto y Dublín, que a pesar de no conocerla con nuestra caravana, el hecho de viajar a nuestro aire en coche de alquiler, nos permitió escribir el relato del viaje en el cual tratamos con detalle la problemática de visitar Irlanda con el elemento de acampada. (ver viaje a irlanda 2006).

 

 

 

 

 

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